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viernes, 21 de septiembre de 2012

NUESTROS PUEBLOS SUENAN A VERDIALES


La fiesta de verdiales es una manifestación propia de la cultura popular malagueña, y que recoge en su legado lo mágico y lo primitivo, lo pagano y lo religioso, lo alegre y lo espiritual de una cultura Mediterránea y Europea.
Es una cultura campesina que viene de siglos y de la que es difícil establecer el origen, debido a que esta cultura ha sido transmitida de padres a hijos durante generaciones, y a la falta de documentación escrita y de referencias históricas. Algunos autores, entre ellos José Mª Caballero Bonald, señalan permanencias de forma arcaicas y moriscas en la fiesta de verdiales.



La fiesta de verdiales es interpretada por grupos de músicos conocidos como pandas, si bien dicha denominación sólo se le aplicaba antiguamente durante los días de Pascua, donde con dos guitarras, dos platillos, un violín, un pandero, una bandera, un alcalde y el caracola, se trasladaban por los distintos cortijos de los Montes de Málaga para dar punto y final a su andadura en el concurso del día 28 de Diciembre.
En la actualidad la mayoría de pandas tienen un mínimo de catorce participantes, distribuidos en: un alcalde, un violín, cuatro guitarras, un laúd (cuando se toca al estilo de Comares), cuatro platillos, un pandero, una bandera, baile entre dos y ocho componentes.



El SombreroSombreroEs durante la Pascua, cuando el fiestero se reviste de autoridad. Y para testimoniarlo, luce el principal emblema de la misma: la corona; simbolizada por un abigarrado sombrero cuajado de flores y abalorios.




ViolínViolínEs el protagonista de la melodía, la nota de distinción de la panda hasta el punto de que antiguamente se conocían algunas pandas por su violinero; es el guía de la “lucha” de verdiales, marcando el comienzo y el final de esta. Melismas y notas que se van desgranando por sus tres cuerdas, prima, segunda y tercera. La cuarta no se usa, pues la melodía no está concebida para ello.

La Guitarra


GuitarraEn número de dos o tres (en la actualidad son casi siempre cuatro) acompañan al violín con aterciopelado rasgueo y compás continuo. Desde la Edad Media se conocen dos maneras de tocar la guitarra: rasgueada, al modo castellano Medieval:  punteado como reminiscencia del laúd morisco. Por ello, no es casual que la fiesta comareña, pueblo morisco por excelencia, destaque por el punteo de sus guitarras.



Laúd o Bandurria
LaudEl laúd, de origen árabe, se incorpora a la fiesta de Comares como instrumento de cuerda con melodía propia. Se convierte en el complemento perfecto del violín dotando a la fiesta comareña de una gran riqueza melódica de claro sabor morisco. Su antecedente es el "ud" árabe de cuatro cuerdas que llegó a Andalucía con las primeras invasiones musulmanas. A veces, suele ir acompañado de la bandurria, instrumento de similares características aunque de origen cristiano medieval.



El Pandero
PanderoSi el violín constituye la nota distinguida de la panda, el pandero es la base de la fiesta. Todos los instrumentos se someten a su ritmo y marca las pautas del compás con sus rajados y golpes convirtiéndose en el auténtico alma de la fiesta.




Los Platillos
PlatillosSon dos pequeños discos de bronce, de seis centímetros de diámetro y privativos de verdiales, trovos alpujarreños, cuadrillas murcianas, rondas manchegas, chacarrá de Tarifa e Iznajar, etc. Y su toque se ejecuta golpeando uno sobre el otro por la parte hueca, siguiendo el ritmo que marca el pandero.



Castañuelas o Crótalos
CastañuelasLas castañuelas son el instrumento de percusión que lleva el baile, acompañando con su toque el ritmo de la fiesta y del baile.
Están adornadas con lazos coloridos que se mueven alegremente al ritmo de la música y el baile.
Las llevan hombres y mujeres, van puestas y tocadas en el dedo que más cómodo es para los “bailaores”.


El Alcalde
Es un hombre que goza de cierto prestigio social, quién convoca una “junta” de fiesteros hacia el día de San Andrés. En el transcurso de la misma, elige y conforma su panda, al frente de la cual se iniciará el recorrido fijado para los días y noches de la Pascua.
Se convierte en la autoridad comúnmente admitida por el grupo y el referente de la panda en cuestiones de: itinerario, rifa, a él deben dirigirse el rifaor o cualquier otra persona interesada; choque, en caso de producirse un encuentro con otra panda, él decidirá si hay “guerra” o no.
Estas andaduras ya quedan lejanas a los alcaldes de hoy día, que se limitan a convocar a los fiesteros, y señalar cuando se toca, donde, quien canta, y cuando empieza y termina la lucha.


Antonio Fernandez "POVEA". Alcalde de panda ESTILO MONTES. Década de los 60. 

Vara de mando
Bara de MandoEs el símbolo que lleva el alcalde de la panda y con el que ordena los pasos de la fiesta, con sus movimientos.
Antiguamente el material del que se hacia esta vara, era de “pijo” de toro disecado y forrado con cintas y lazos; actualmente también se usan otros materiales como puede ser un trozo de goma o un trozo de palo.



El Caracola
CaracolaFigura lamentablemente desaparecida de las pandas al irse difuminando hasta perderse la finalidad que cumplía, aunque actualmente se intenta su recuperación. Es el fiestero que, portando una gran caracola marina adornada con cintas de colores, la hace sonar cuando una panda se aproxima a un cortijo o a una venta para avisar de su llegada. Para el dueño de la casa era un auténtico orgullo y un honor el oír, en la lejanía, ese sonido largo y penetrante del caracol que se iba aproximando a su hogar, visita muy esperada todo el año y que se consideraba un privilegio.


El Abanderado
El AbanderadoMarcha junto al alcalde, al frente de la panda. Porta y baila una bandera, generalmente nacional, aunque con la llegada de la democracia, se usan también la andaluza y la de Málaga. Pero lo relevante no es el color de la misma, sino la imagen de la Virgen que figura en el centro, casi siempre la Virgen de los Dolores y, en algún Caso, la del Carmen de las Ánimas.


El Baile
“Es en el baile donde se advierte, mejor que en ningún otro elemento que conforman el mundo de los Verdiales, el origen inequívocamente pagano de esta manifestación festiva. El componente erótico que aflora en casi todo el baile de raíz popular, se nos muestra en los verdiales de forma vehemente. El vigor de los movimientos estilizados y desenfadados, no es más que la búsqueda incesante de los sexos, que se arremolinan en una danza ritual que se justifica en la llamada que precede al ayuntamiento carnal. El baile de pareja de un mismo sexo es, pues una deformación del sentido primitivo de la danza. La deformación queda justificada por las necesidades escénicas a las que a de someterse “la fiesta” cuando sale de su ancestral y telúrico refugio rural.” (Como dice Salvador Pendón Muñoz)
“En otro tiempo atrás, el baile junto con su fiesta servia para divertirse entre los jóvenes y las familias, siendo su baile de una gran pureza y sensibilidad. También era excusa para cortejar a una joven. El baile lo forma un hombre y una mujer, el hombre con pañuelo blanco o pañuelo de hierba (pañuelo blanco con grandes rayas). La mujer con sus castañuelas en el dedo corazón. Cuando comenzaba el baile y la bailaora era cortejada por un apuesto joven, este pedía permiso al bailaor para que se quitara y ser el quien bailase con la dama, si este no sabia bailar la agasajaba con una copa de aguardiente y rosco, si la joven cortejada quería corresponderle, inmediatamente se paraba el baile, se tomaba el aguardiente y el rosco y continuaba el baile, esto significaba que se gustaban el uno al otro.” (Como dice Mª Victoria Romero Merida)  
El baile puede interpretarse de tres formas, individualmente, por parejas o de tres personas.
  1. Individualmente: en este el “bailaor o bailaora” lo que  hace es bailar con una bandera, como si esta fuese su pareja de baile, de ahí que su nombre sea “Baile de Bandera”, es bailada por un hombre o una mujer, siendo de una gran dificultad y de gran esfuerzo, los movimientos de esta son precisos y muy rápidos.
  2. Por parejas: tradicionalmente, este baile lo hacían un hombre y una mujer, se dice que las parejas que bailaban eran novios o que el hombre que sacaba a bailar a una mujer era porque la cortejaba.
  3. Baile de tres: más conocido como Trenzaillo o zángano, por realizarlo un trío formado por un hombre y dos mujeres; el hombre es el que manda en este baile  y es el que echa la mudanza por lo que tiene que existir una gran complicidad entre los tres a la hora de bailar.
Actualmente proliferan los grupos de baile formados por más de tres personas o por combinar el “Baile de Bandera” con más “bailaores”.
Las mudanzas son de libre ejecución por lo que destaca la belleza de su naturalidad y el arte espontáneo que demuestran las parejas, exento de estereotipos academicistas.
“Pero si antes decíamos que ha evolucionado, hoy tenemos tendencia a deformar el baile. No es tan puro como antes, sé cambia las mudanzas de un estilo de verdial a otro, debido ha que no se tiene demasiada información de donde procede cada mudanza, de que estilo de los tres es dicha mudanza.” (Como dice Mª Victoria Romero Mérida)


Las Coplas
Se cantan cuartetas o quintillas octosílabas de rima asonante, como corresponde a cualquier fandango. Una de sus características más hermosas era que solían ser improvisadas de repente, trovadas. Antiguamente existía esta costumbre de repentizar, a veces, con requerimientos amorosos y otras, con cierta picardía, coplas dirigidas a alguien que podían ser contestadas con idéntico matiz, en un ingenioso duelo poético.



En la actualidad existen tres estilos: Almogía, Montes y Comares


FIESTA  DE ALMOGIA

Es la modalidad predominante al norte y oeste de los Montes de Málaga, siguiendo el valle del Guadalhorce desde Villanueva de la Concepción, La Joya (Antequera), Almogía, Álora, Pizarra, Cártama, Maqueda hasta Campanillas. 

De ritmo vivo y alegre, las guitarras rasguean acompañando a un violín cuya melodía destaca por sus notas agudas. Los platillos repiquetean con ritmo repetitivo mientras el pandero los sigue a compás. Antiguamente, al alcalde se le conocía como mayordomo. Las pandas solían terminar la Pascua en la ermita de las Tres Cruces, en los límites de los municipios de Álora, Almogía, Pizarra y Cártama. 

En resumen, tres expresiones de una misma realidad: una fiesta de fandangos arcaica y rica en rituales. Una bellísima manifestación musical, de danza y canto. La ocasión perfecta para el encuentro con la amistad y el amor. Un testimonio vivo y pujante de lo que ha sido la música popular española de remotos tiempos y que abarca desde el presente hasta donde se pierde la memoria. 

http://www.youtube.com/user/verdialera?feature=results_main









FIESTA ESTILO COMARES 

Es la que se interpreta en la Axarquía. Con centro en Comares y sus alquerías, comprende, al Norte, Colmenar, Periana y Riogordo, influyendo al fandango de Alfarnate; al este, Cútar, Salto del Negro y Benamargosa; al Sur, Santo Pitar, El Borge, Almáchar y Moclinejo. Como rasgo singular presenta su enorme riqueza melismática, consecuencia de la melodía de laúd y bandurria junto a los arabescos del violín y el punteo de las guitarras en lo que denominan “Bajín” porque las guitarras puntean en los bordones (“Bajos”) cuando los instrumentos de cuerda echan una “subía” o copla sin ser entonada por ningún cantaor. Forman una verdadera orquestina popular producto de su clara herencia morisca. Los platillos van repiqueteando sobre el continuo compás de ¾ del pandero. Resulta, en conjunto, una fiesta bellísima al oído, melódica y refinada. La fiesta comareña se ha entendido y practicado de manera distinta a las otras, en el sentido de no tener por costumbre, hasta la década de los setenta del siglo pasado, organizarse en pandas establecidas ni contar, por consiguiente, con las figuras del alcalde, abanderado, etc. Tampoco usaban el sombrero de lazos ni participaban en rifas. Era una fiesta de carácter familiar y se formaba en casa con cualquier pretexto, pidiendo prolongarse durante tres o cuatro días.


 PANDAS DE COMARES



PANDA DE PERIANA



RIOGORDO

 

ALFARNATE

 



 LA FIESTA DE LOS MONTES 

 Es la fiesta de verdiales por excelencia. De hecho, ha tomado este nombre por influencia de un partido rural de los Montes malagueños: el Partido de Verdiales. El verdial de los Montes abarca Casabermeja y Arroyo Coche, al Norte; Montes de Málaga, con los partidos de Barranco del Sol, Verdiales, Roalabota, Chaperas, Jotrón y Lomillas, como centro; Santo Pitar, Totalán y Benagalbón en los límites con la Axarquía, al Este; Jaboneros y la capital, al sur. Se distingue por el predominio del compás y la relevancia del pandero, el cual, va marcando un ritmo al que se somete el resto de instrumentos, resusltando una fiesta bravía, rústica, en la que se aprecian al instante sus hondas raíces. El pandero es el soporte rítmico de la panda, acompañado del chasqueo de platillos. Mientras, el violín va desgranando sus notas, al compás del suave rasgueo de las guitarras. Pero lo realmente significativo de esta modalidad es el acentuado componente ritual de las pandas, su peregrinar en los días y noches del solsticio de invierno con final en la ermita de Verdiales, consagrada a la Virgen de los Dolores, Venta Galwey, Venta Nueva, Venta del Túnel, últimamente, Venta San Cayetano, en Puerto de la Torre, cuando ya la riada de gentes deseosas de vivir la Fiesta Mayor hizo imposible mantenerla en el exiguo recinto de una venta de los Montes, su lugar natural. También, y no es asunto menor, están muy arraigadas a esta fiesta costumbres como el choque de pandas, la rifa, los “juegos”, las pullas, etc. Las pandas de Montes, estuvieron vinculadas a hermandades de Ánimas y a los bailes organizados por éstas. Son numerosos los aficionados que consideran a esta fiesta como la mas honda, la que más llega al corazón y a la sensibilidad de los que la oyen. Sin duda, no será más arcaica que las otras modalidades pero ha sufrido menos influencia arabizante, conservando en plenitud elementos pre-islámicos, mozárabes, de músicas populares ibéricas, lo que se puede comprobar en lo conciso de su línea melódica y la rotundidad ancestral y primaria del compás.